La mecánica de este nuevo juego se basa en la del ya conocido Rune Master II: combates por turnos en un tablero por el que se avanza tirando dados. Técnicamente Rune Monster luce genial con 256 colores en pantalla y una banda sonora compuesta en FM y Moonsound de la mano de John Hassink.

Lo que primero llama la atención sin duda son los preciosos gráficos, coloristas y con simpáticos personajes de estilo japonés que nos recuerdan irremediablemente a las producciones del país del sol naciente de la década de los noventa e incluso por su calidad a producciones posteriores para la consolas de 16 bits de Nintendo, la SNES.